SAN PEDRO DE MACORIS,RD.- El arzobispo de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria Acosta consideró que la muerte de los comunicadores Leónidas Martínez y Luis Manuel Medina y la del matador de estos, José Rodríguez, son violaciones a las personas, al derecho a la vida y una profanación a los templos de Dios.
Indicó que se ha podido ver en nuestra realidad, como se profanan tantos templos, porqué se violan los derechos de las personas, se mancilla a las personas en su dignidad, por lo que entiende que esta acción es un pecado.
“Cuando violamos los derechos de las personas, cuando profanamos los templos del Seños, es un pecado que tarde o temprano tendremos que pagar”, apuntó Ozoria Acosta.
El arzobispo de Santo Domingo se pronunció en esos términos en su exhortación en la misa a la memoria de los comunicadores asesinados el pasado martes Leónidas Martínez y Luis Manuel Medina, en la emisora Radio FM 103, efectuada en la Catedral San Pedro Apóstol.
Estuvieron presentes la esposa de Martínez, Anny Encarnación y sus hijos Leónidas Evangelista Pijuan, Breisy Evangelista Pijuan, Laura Evangelista Alejo y Luidy Evangelista Acosta.
También estuvieron en la misa la esposa de Medina, Nancy de los Santos y sus hijos Luis Manuel Medina Hijo y Anny Medina.
Monseñor Ozoria Acosta, dijo que vino a San Pedro de Macorís a unirse al dolor de este pueblo, en esta profanación de los templos de Dios y de las personas en su dignidad y, pidió la oración por la familia de ambos comunicadores asesinados y que el hecho sea aclarado y no se siga destruyendo vidas.
DERECHO A LA VIDA
Dijo que el derecho a la vida en un niño o una niña concebido por violación, está en el vientre materno y aunque tenga deformación, es una vida y que será siempre una profanación cuando se le impida nacer.
Expresó que hay que orar a Dios para que eso no llegue a materializar, para que los legisladores voten a favor de la vida.
Monseñor Ozoria Acosta sostuvo que es lamentable la muerte de un feto, un niño, un adulto y que estas muertes que tiene en luto a San Pedro de Macorís le duele, ya que estas muertes son violación a la vida y la dignidad de las personas.
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