Por:
José S. Méndez
El
día 20 de julio del 2014, el Partido Revolucionario Dominicano que lidera, el
Ing. Miguel Vargas Maldonado, celebrará su convención para elegir nuevas
autoridades a nivel general, y el próximo presidente de
esa organización política, que según los analistas y dirigentes políticos, este
acontecimiento marcará definitivamente la división de la entidad del “jacho
prendio”.
Sobre
el tema de la unidad cualquier poder, sino se basa en la unión, como señala
Jean de La Fontaine, poeta y novelista, gracias al convencimiento de que los
mejores logros se conquistan sobre el fundamento de la magnitud, tal como se
oye de boca en boca, “que la unión hace la fuerza y la fuerza el triunfo”.
Siendo así me hago esta interrogante, ¿Por qué los líderes del PRD andan cada
quien por caminos diferentes, cuando lo más correcto es el entendimiento para
poder concretar un verdadero acuerdo y lograr la unidad entre todos?
Los
dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), lo más probable que no
entiendan, que la unidad es un concepto delimitado que conlleva compartir los
mismos valores e ideales en planes constructivos en determinadas ocasiones,
cuyas potencias de voluntades con igual destino lleva a las personas a la
iluminación de objetivos ciertos, gracias a la virtud de la racional y
reflexiva adecuación al fin deseado, lo que en sentido último es el éxito.
Hoy
más que nunca la luz del jacho tiene más sombra de división que en tiempos
pasados, recordemos los casos del Prof. Juan Bosch, cuando se marchó del
partido blanco en 1973 y formó el Partido de la Liberación Dominicana (PLD),
Jacobo Majluta se alejó del PRD y organizó el Partido Revolucionario Independiente
(PRI), el Lic. Hatuey de Camps se retira del PRD y forma el Partido
Revolucionario Social Demócrata (PRSD), el partido del toro negro.
El
PRD se ha visto envuelto en varias situaciones graves como son: el hecho del
granadazo ocurrido en 18 de junio del 1982, cuando una granada tipo M26A1
estalló en la Junta Central Electoral, en momento de un proceso de impugnación
interpuesto ante el organismo electoral en contra del Partido Reformista que se
negaba a reconocer el resultado de las elecciones, ese día murieron cinco personas
y otras resultaron gravemente heridas, también la muerte del ex presidente
Antonio Guzmán Fernández, selló un escándalo enorme y un gran pesar en la
sociedad Dominicana, este fatal hecho se produce porque según analistas
políticos, el ex presidente entró en un estado profundo de depresión, debido a
los escándalos de corrupción que ocurrían en su gobierno por parte de
funcionarios muy cercanos a él.
Como periodista inquieto por los
problemas sociales y políticos que atormentan a la sociedad Dominicana, nos
hemos atrevido a investigar en relación a la unidad tomando en cuenta que tiene
su base fundamental en la moral como manera imprescindible de que los
dirigentes de las organizaciones tomen en cuenta que uno de los pilares que
atesoran las entidades políticas está cimentado en la moral, los partidos
políticos, tienen como objetivo, contribuir con el restablecimiento de la moral y la institucionalización de los valores de vida en las doctrinas políticas.
En esencia, nuestra proposición es, que en los políticos debe de resaltar
más su calidad moral, antes que su calidad doctrinaria. Es decir, que lo más importante
para el pueblo es su vida moral como persona que mil promesas que haga un candidato. En este tema queremos insistir en
una nueva clasificación para los políticos, porque la nación Dominicana en este
nuevo contexto aprecia más la moral de un político, que sus planteamientos ideológicos.
Tan deteriorada están las imágenes
de ciertos políticos, que se hace imprescindible dar una nueva clasificación a
los políticos tradicionales, con el fin; de diferenciarlos de aquellos que
cultivan sus valores de vida que son: la
verdad, la justicia,
la libertad,
la paz, la armonía y la vida, y aquellos que no cultivan dichos
valores. Es por esto que señalamos que las organizaciones políticas que cuentan con hombres serios son los
destinados a mantenerse por siempre en la palestra pública y atesorando fuertes
vínculos con sus seguidores, ponemos como ejemplo al ex presidente Dr.
Leonel Fernández Reyna.
En ese sentido, concluimos diciendo, que la falta de unidad en los
partidos políticos es el resultado de las apetencias personales entre sus
dirigentes, quienes se olvidan de las promesas hechas a sus seguidores, y
además pierde credibilidad ante la opinión pública nacional e internacional un
partido político como el PRD que se ha visto envuelto en tantos escándalos y
crisis morales que motivan su desunión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario