El presidente Leonel Fernández sometió al congreso nacional el proyecto de reforma constitucional lo que ha generado de inmediato un debate en la opinión publica por parte de dirigentes políticos y especialistas en materia constitucional.
Históricamente las reformas a cualquier carta sustantiva de un país provoca encendidos debates en pro y en contra.
Los dominicanos tenemos la ventaja, y así lo reconocen los propios opositores al presidente Fernández que por primera vez en la la historia del país un gobernante somete un proyecto de reforma sin que anteceda una crisis política.
Hay quienes opinan con toda razón, que lo enviado al congreso nacional por el presidente Fernández no es un proyecto, sino una nueva carta sustantiva, ya que la actual consta de 122 articulados, y el enviado al congreso consta de 254.
El partido revolucionario dominicano y algunos grupos de la sociedad civil que le hacen coro a esa organización reclaman que la modificación se haga mediante una asamblea constituyente.
Olvidan el PRD y sus coristas que la propia constitución establece los mecanismos como debe modificarse.
Pero hay mas, el proyecto remitido al congreso por el presidente Leonel Fernández instituye la asamblea constituyente.
Creo sinceramente que los dominicanos tenemos la oportunidad de someter a una amplia discusión el tema de la constitución, eliminar las contradicciones que hay en la misma y adecuarla a los nuevos tiempos.
Tienen razón también quienes han expresado sus inquietudes sobre el papel del poder judicial en la nueva carta magna, lo relativo al poder legislativo y a la junta central electoral.
Para aclarar todos esos aspectos es que precisamente la comisión bicameral formada para dirigir los trabajos ha convocado a la mesa de discusión a los miembros de la suprema corte de justicia, a los miembros de la junta central electoral y los propios legisladores tienen puntos de vistas contrario al proyecto sometido por el ejecutivo.
Además habrá vistas públicas en torno a esta pieza y entiendo que ningún sector de la sociedad dominicana debe marginarse de las discusiones para que el congreso nacional, legalmente establecido en la propia constitución la revise y dote a la República Dominicana de un instrumento jurídico moderno.
Acojamos pues el proyecto, modifiquemos la constitución porque con ello modernizamos el Estado Dominicano que mismo que decir al pais.
No hay comentarios:
Publicar un comentario