Por:
José S. Méndez
Al
comienzo del siglo XX aparece en Estados Unidos un grupo simiorganizado de
periodistas o escritores que se dedicaron a denunciar públicamente la
corrupción política, la explotación laboral y otras series de abusos e
inmoralidades y trapos sucios de personajes e instituciones de aquel tiempo.
Los
periodistas que formaron parte del
Muckraker que en Ingles significa (underground) periodismo secreto,
encabezado por Lincoln Steffens, Ida
Tarbell, Nellie Bly, Charles Edward Russell, Mark Twain, Jack London, Upton
Sinclair, Ambrose Bierce y Stephen Crane, esos comunicadores, mediante
trabajos de investigación minuciosa, y sus minuciosas crónicas, consiguieron
promover cambios legislativos y una sorprendente transcendencia social. Es
lamentable, que hoy en día, esos periodistas, no sean recordados, en los
Estados Unidos.
La
organización Muckraker fue movimiento de reforma que intento detener las
desórdenes del dejar pasar, y esos periodistas y escritores escarbaron en las
inmundicias, emprendieron una labor metódica de revelar los vicios de la nación
y sus instituciones. Estos comunicadores intervinieron abiertamente en la vida
política denunciando la corrupción, los abusos empresariales, las inhumanas
condiciones laborales de obreros e inmigrantes, la manipulación de los
alimentos, la situación de cárceles y manicomios.
John Swinton, Ex Redactor Jefe de The New York Times
y The New York Sun, en una ocasión
manifestó lo siguiente: “El Trabajo del
periodista de Nueva York consiste en destruir la verdad, mentir descaradamente,
tergiversar, vilipendiar, adular, servir a los pies del dinero, y vender a su
raza y a su país, por el pan de cada día o por su salario que viene a ser lo
mismo.
Vosotros lo sabéis y yo también, y menuda estupidez
es esta de brindar aquí ¡por una “prensa
independiente”! Somos las herramientas y los sirvientes de los ricos que
permanecen entre bastidores.
Somos sus marionetas, ellos mueven los hilos y
nosotros bailamos. Nuestro talento, nuestras posibilidades y nuestras vidas son
todo propiedad de otros. Somos prostitutas intelectuales”.
Ese
periodismo de denuncia que tuvo excelentes resultados en los años 20 en los
Estados Unidos, está muy lejos de verse en la sociedad dominicana actual,
debido a que las corporaciones empresariales y los grupos financieros de la
Republica Dominicana, son propiedad de ellos, medios en los cuales laboran los
periodistas, que se dedican a defender, justificar y
ocultar muchas de las razones de esos empresarios que solo aspiran por sus
intereses, no el de las grandes mayorías. En otro orden, también están los
periodistas que poseen voces acordes con
la corrupción, los desmanes, el despropósito y las inmoralidades, acreditadas a
sectores políticos conservadores que son los que pretenden establecen sus
verdades cargadas de irrealidades.
Hubo
un periodista, que quiso llevar a cabo los trabajos de denuncias similares a
los realizados por los comunicadores norteamericanos que formaron, parte de la Organización
Muckraker, y lo fue Marino Zapete, quien con su voz valiente, y su sólida
preparación académica, quiso crear conciencia en la opinión pública nacional, realizando
investigaciones responsables parecidas a la desempeñada por aquellos
periodistas que formaron parte de ese sacerdocio del periodismo como lo fue el
Movimiento Mackraker.
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