miércoles, 4 de marzo de 2015

PRESERVEMOS A NUESTROS MEJORES LÍDERES


Por Felix Rodriguez, dirigente nacional del PLD

El Dr.  Leonel Fernández, es el político dominicano más exitoso electoralmente hablando, desde la época pos Balaguer, Bosch y Peña Gómez.

Tres elecciones ganadas con más del 50% de la totalidad de los votos. La primera, ganada con el apoyo del Dr. Balaguer y las dos restantes logradas fácilmente y sin cuestionamiento electoral.

El expresidente Fernández, es el dominicano de más prestigio internacional, tanto en el tema político, como  académico y conferencista. Se le han entregado nada más y nada menos que 10 Honoris Causa, de las más prestigiosas universidades del mundo. Por tan solo mencionar algunas: La Sorbona de París y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, las que encabezan el ranking de las mejores universidades del mundo.

Fernández, ha asumido un rol de mediación incuestionable a nivel internacional en situaciones de trascendental importancia, entre las cuales se destacan: La crisis de Venezuela, Crisis política de Honduras, Crisis política entre Colombia y Ecuador. También se destacó como gestor de la ayuda humanitaria ante el terremoto de Haití, autor de la propuesta contra la especulación financiera mundial presentada ante las Naciones Unidas, entre otras actividades internacionales donde el Dr. Fernández ha sido parte importante para garantizar  la  paz geopolítica.

El Presidente del Partido de la Liberación Dominicana es además miembro de  importantes  foros de expresidentes y asesor del Secretario general de la ONU.

Me pregunto: ¿Cómo es posible que una figura tan cimera y de tanto prestigio, una sociedad como la nuestra permita que un narcotraficante; convicto, encontrado flagrantemente con 1,200 kilos de droga y encargado de introducir a territorio de EEUU, 33 mil toneladas de cocaína y sus derivados; causante de tantas muertes, difame a una figura que se ha dedicado únicamente al bien común?

Nuestro pueblo tiene que tener bien claro que la conducta de deteriorar nuestros líderes no es aceptable, pues nos pareceríamos a la “puerca mala” que acabando de parir se devuelve a devorar sus crías.
La historia dominicana está llena de los errores en el tratamiento con sus líderes: desterramos a Duarte, quisimos desmoralizar al Profesor Juan Bosch y si se quiere también al Dr. Peña Gómez.
Leonel Fernández es una figura que República Dominicana debe sentirse orgullosa de su legado y sus obras.  A pesar de que la política es la guerra por otro medio, quienes pretendan competir con él, deberán hacerlo por la vía que la democracia encausa, que es la del debate de las ideas y las urnas electorales.
La bajeza política deteriora el sistema y a su clase, convierte a los pueblos en políticamente inestables y volátiles, dejando la sensación de que no vale la pena servir a las buenas causas; que seguimos condenando a Jesús para soltar a Barrabas,  o mejor decir,  construimos monumentos que nos cuestan mucho y ya luego los derribamos   como el que pierde el horizonte.

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