Por:
José S. Méndez
Los
obreros Dominicanos discuten ante el empresariado la reforma al Código Laboral,
sin que esta modificación altere las conquistas que han sido ganadas en el
actual Reglamento laboral.
Los trabajadores están siendo representados por el
presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS), Rafael Pepe
Abreu, quien sostiene que solicitara a la Organización Internacional del
Trabajo (OIT) para que ese organismo participe como mediador en las discusiones
que se realizan en el seno de la Comisión designada por el Poder Ejecutivo para
reformar la Ley laboral.
Esta
situación nos hace recordar la lectura que hicimos del libro de Thomas
Friedman, titulado:
“La Tierra es Plana”, el afamado editorialista del
periódico de New York Times, en su obra “describe estupendamente la
interpretación occidental de la globalización, según esa perspectiva, el
aplanamiento de la tierra es un fenómeno positivo y la globalización pasa a ser
sinónimo de occidentalización, un proceso que ha de llevar a todos los países a
gozar de las nociones políticas, económicas y financieras que hasta la caída
del Muro de Berlín eran privativas de los países ricos. Trituradas también los
impedimentos entre civilizaciones de la revolución de las telecomunicaciones,
los transportes y naturalmente de las finanzas, a la comida rápida y Google –
los habitantes de la aldea global se uniformizan según un modelo único,
vencedor de la guerra fría, inspirado en los principios del neoliberalismo y de
la democracia occidental”.
Estas
reflexiones de Friedman expuestas en su obra, no solo son tomadas en cuenta por
los empresarios Dominicanos, sino por los industriales del mundo capitalista,
debido a que la globalización ha motivado la aparición del Estado mercado en
sustitución del Estado nación. Es la procreación de capitales en detrimento del
derecho del bienestar de los obreros, ejemplo de ello lo tenemos en las
compañías de la Construcción que prefieren emplear la mano de obra Haitiana en
detrimento de la mano Dominicana y en violación al Código Laboral, también esta
grave situación, la vemos con las empresas Agros industriales, que emplean en los
campos destinados a las siembras de Tomates y otros rublos a extranjeros, para
disminuir los costos de la mano de obra, eso, lo hace también los Estados
Unidos de América, cuando traslada sus industrias a los Continentes Asiáticos, Africanos
y a México.
A
los empresarios dominicanos están consciente que las corporaciones
transnacionales tienen especial interés por los “Estados débiles” es decir -
como señala Zygmunt Bauman - , por Estados que son débiles pero que a pesar de
ello, siguen siendo Estados; casual o intencionalmente, los actores del mercado
mundial producen una presión coordinada sobre todos los Estados miembros o
dependientes de ellos para que neutralicen inmediatamente todo lo que pueda
impedir, retrasar o limitar la libertad de movimiento del capital. “La
condición previa es abrir de par en par las puertas y renunciar a una política
económica autónoma, condición a la que hemos de someternos sin resistencia si
queremos ser considerados apto para recibir apoyo financiero del Banco Mundial,
y del Fondo Monetario Internacional.”
“Hay
que tomar en cuenta precisamente que el concurso de los Estados débiles que es
lo que necesita el nuevo orden mundial, que a menudo se confunde con el
desorden mundial, para perpetuarse y reproducirse”.
Toda
esta situación de calamidad que viven los trabajadores dominicanos es
consecuencia de lo que señala, Adam Smith en su obra “Las riquezas de las naciones” “que el mercado lo regula una mano
invisible ligada por el instinto egoísta del individuo de maximizar sus
beneficios con el mínimo riesgo - y agrega - que es un comportamiento racional
totalmente conforme a la naturaleza humana”. El instinto humano esta, para los
filósofos y economistas occidentales más próximo al de los animales
depredadores que al de los insectos, cuya supervivencia depende de la formación
de sociedades; sin embargo, esta concepción aparentemente simplista de la interacción
humana es en realidad el eje sobre el que giran las profundas diferencias
culturales que a los occidentales nos alejan de, y a veces nos enfrentan a
otros pueblos, como por ejemplo el chino y del mundo Islámico.
Tenemos
la esperanza que en estas negociaciones que se ventilan y negocian en el ámbito
obrero patronal se tome en cuenta la calidad de la desigualdades sociales que
existe en la sociedad dominicana con los trabajadores los cuales están siendo
excluidos por los empresarios que no toman en cuenta la extraordinaria
importancia que tiene este sector. Que los empresarios, no se salgan con la
suya, al momento de firmar, el pacto laboral con los trabajadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario