Por Jose Mendez
El
hecho de que nos encontremos hoy en la Ciudad de Salem, Massachusetts,
celebrando el 151 aniversario de la Restauración de la República Dominicana,
gesto en el cual hombres de la gallardía del General Gregorio Luperón, Pedro
Francisco Bonó, Ulises Francisco Espaillat, Gaspar Polanco, Pedro Antonio
Pimentel y José Antonio Salcedo, quienes se involucraron en la lucha para
emancipar la nación Dominicana de la anexión al Reino de España, por el General
Pedro Santana, es motivo de un enorme regocijo.
El
“Grito de Capotillo”, como se
denomina este hecho, es gesto
ennoblecedor para todos los dominicanos que nos consideramos hijos de una
tierra forjada por hombres que entregaron, almas, vidas y corazones por lograr
la soberanía plena de la Patria que lo vio nacer. Hoy nos satisface celebrar
junto a ustedes esta fiesta llenada del más profundo amor patriótico,
esperanzado de que continuemos enarbolando en nuestros corazones el orgullo de
ser dominicanos.
Por
más lejos que nos encontremos de la tierra que nos vio nacer, siempre nuestras
miradas alcanzan a ver en el horizonte, los cielos azulados que representan uno
de los colores del lienzo tricolor que simboliza el alma de la Patria. La
entrega de estos prohombres que lo dieron todo por el bienestar de la soberanía
de la nación Dominicana debe ser motivo de orgullo para todo aquel que se
sienta ser un verdadero dominicano con la sangre tricolor de la bandera
nacional, confeccionada por las heroínas dominicanas, María Trinidad Sánchez y
Concepción Bona.
Descansa
en Gregorio Luperón la certeza de que las naciones cuando conocen su historia
tienen verdadera conciencia de sí mismas; el conocimiento de la historia nos
lleva de la mano, hacia la comprensión de que solo conociendo nuestros orígenes
llegaremos a la real conclusión del verdadero sentir que somos dominicanos por
nacimiento y costumbre y que nos debemos a los principios sacrosantos del
patriotismo y los nobles ideales de los padres de la Patria, Juan Pablo Duarte,
Ramón Matías Mella y Francisco del Rosario Sánchez.
En
esta Nueva
Inglaterra, como se le llamó, se produjeron
las primeras piezas de literatura y filosofía estadounidense y fue el hogar de los inicios de
la educación pública y gratuita, también hay que tomar en cuenta que Nueva
Inglaterra es la única región de los Estados Unidos de América que
tiene un nombre histórico, más que geográfico, reconocido como tal por el
gobierno federal.
Que
este encuentro que llevamos a cabo hoy 16 de agosto del 2014, fecha en la que
conmemoramos el 151 aniversario de la Restauración de la República Dominicana,
nos sirva como base para continuar reuniendo esfuerzos y dedicación en
beneficio de toda la comunidad Dominicana residente en el Estado de
Massachusetts, y que no olvidemos a Juan Pablo Duarte, forjador de la República
Dominicana cuando dijo: “Trabajemos por y para la Patria, porque es
trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos”.
¡Muchas Gracias!
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