Por: José S. Méndez
Los
haitianos en una gran proporción son seres enfermos, y el gobierno dominicano
está pagando anualmente por esta situación más de 800 millones de pesos, las
enfermedades son: tuberculosis, malaria, helmintiasis,
sífilis y el pían, y se dice que se hallan en estado endémico en casi todas sus
poblaciones, específicamente en las zonas rurales.
El
Estado Dominicano está pagando un precio muy elevado en las parturientas haitianas
que acuden a los hospitales públicos del país, y además a enfermos que lo traen
de forma ilegal por la frontera sin que las autoridades militares se enteren de
esta terrible situación, tal es el caso de las parturientas haitianas que
acuden al Hospital José María Cabral y Báez a dar a luz, pero que ingresan de
manera ilegal por la frontera sin que las autoridades militares pertenecientes
al Centro Especializado de Seguridad Fronteriza (CESFRON), se percaten de esta
terrible situación. ¿Cómo se explica lo señalado por el Ministro de Defensa
Mayor General Sigfrido Pared Pérez, de que el muro en la frontera
Dominico-Haitiana lo representan los Cuerpos Castrenses, cuando se ha
incrementado el número de ilegales haitianos en el país, después que se anunció
el plan de regularización para extranjeros?
Para
que las Fuerzas Armadas sean el verdadero muro en la frontera los militares que
allí, prestan servicios deben ser favorecidos con valiosos beneficios entre los
que podemos citar: buenos salarios, la creación de condiciones físicas en las
fortificaciones militares, buenos baños, excelentes cocinas, en las cuales se
preparen suculentos alimentos, instalaciones deportivas, cine y dormitorios
cómodos que les ofrezcan a los soldados comodidad y descanso a la hora de ir a
la cama.
Como
podría un soldado de puesto en la frontera Dominico-Haitiana abrazar el deseo
de servir al suelo que le vio nacer, cuando al momento de prestar sus servicios
no recibe un buen respaldo que le ayude a garantizarle un excelente bienestar a
él y a su familia. Para que haya verdadera seguridad en las fronteras es lógico
que deben crearse condiciones efectivas, para los soldados allí apostados.
La
República Dominicana no tiene por qué estar cargando tan pesado una situación
de la que no somos responsables, porque la comunidad internacional se ha hecho
de la vista gorda ante esta terrible situación que padece el pueblo haitiano,
creemos que nos ha faltado tener más visión en Política Exterior, en lo
relacionado a demostrar que el interés nacional está por encima de todo, y que
no debemos aceptar chantajes, ni presiones de instituciones que operan en el
país, ayudadas por el capital foráneo para defender lo indefendible, y de los organismos
internacionales que pretenden que asumamos una situación tan difícil, como es
la inmigración ilegal haitiana que resulta ser una carga insoportable para el
Estado Dominicano.
Las
Naciones Unidas (ONU), el 26 de mayo del 1947, designó una comisión para
estudiar la problemática haitiana compuesta por un equipo de doce expertos que
estudiarían todos los problemas con eso a su economía y que influyen en su
desarrollo, así como las actividades de tipo social que inciden sobre el
mejoramiento de la salud y la educación, denominada “Una misión en Haití”.
1. El problema
económico fundamental que se plantea en Haití, proviene de la presión
inexorable ejercida por una población cuyo número se acrecienta regularmente y
cuyo nivel de educación es insuficiente, sobre recursos naturales que son
limitados, precarios y que en lo concerniente a las tierras cultivadas
disminuyen de manera alarmante.
2. En Haití, el
desarrollo económico crea un sinnúmero de problemas para asegurar la
subsistencia de una población en constante crecimiento, con recursos agrícolas
que disminuyen progresivamente.
3. El desarrollo
económico tiene un carácter de extrema urgencia, sus autoridades tienen cada
vez más conciencia de esta situación, que para cumplirse exige los esfuerzos
conjugados del pueblo haitiano y la participación generosa y benevolente de la
comunidad internacional.
4. Un tercio de
la superficie de Haití es considerada cultivable, por el momento, se estima
menos de media hectárea de tierra cultivable por persona, alrededor del 80% de
la superficie del país está constituida por pendientes de montañas abruptas.
5. Los
haitianos, en una gran proporción son seres enfermos, con padecimientos tales
como: tuberculosis, malaria, helmintiasis, sífilis y el pían, se hallan en
estado endémico en casi todas sus poblaciones, especialmente en las zonas
rurales.
Parte de estos datos han sido
extraídos de un reportaje titulado “Una misión en Haití: Presagio de una
realidad”, publicado en el Listín Diario, el jueves 5 de junio, de la
firma de Carlos R. Altuna Tezanos.
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