jueves, 15 de mayo de 2014

FOGONEANDO: PROBLEMA SANITARIO

Por Agustín Vega

Siempre recuerdo que cuando vivía en Santana, comunidad rural de Hato Mayor del Rey, realizamos nuestras necesidades fisiológicas en una letrina que generalmente quedaba a cierta distancia de la casa.

Todas las casas de la comunidad campesina donde nací y crecí hasta los siete años, cuando mis padres se mudaran del campo hacia Villa Canto de Hato Mayor, tenían letrinas.

Incluso  la escuela primaria Las Palmillas donde inicie la educación primaria había una letrina dividida en dos, una usada por  los varones y otra por las hembras

Ya en el pueblo, las cosas no fueron diferentes, en una esquina del solar de la vivienda estaba la letrina.

Fue en el año 1969 cuando ingrese a la escuela primaria Bernardo Pichardo del barrio Puerto Rico en Hato Mayor que conocí un inodoro.

Mi tío Tiburcio Vega, residía en la calle Miches del barrio Villa Canto, cerca de donde nosotros nos habíamos mudado, su casa era de las pocas del sector donde había inodoro, tío era un comerciante comprador de cacao.

Otra vivienda que recuerdo perfectamente que tenía inodoro, era donde residía Altagracia Nova, alias Tata, ubicada en la calle Duarte, casi esquina Genera Días, yo iba mucho a esa casa a buscar una leche que enviaban a mi casa desde la lechería de Antonio Nova, con quien mi padre trabajaba.

Hato Mayor de Rey no contaba todavía en el año 1980 con el sistema de drenaje sanitario, y las viviendas donde había inodoros contaban con un pozo para depositar las aguas y la materia fecal.

Obviamente que las letrinas que hay en los barrios de nuestras poblaciones y campos constituyen un problema sanitario que las autoridades deben enfrentar.

En nuestros bateyes a veces ni letrinas hay, sus residentes realizan sus necesidades a cielo abierto en los campos de caña.

Muchos municipios de la República Dominicana todavía hoy no cuentan con el sistema de drenaje sanitario, los pozos septicos figuran en todas partes, edificios donde habitan entre seis y veinte familias depositan sus desperdicios en esos lugares.

Amplios segmentos barriales de las principales ciudades del país  usan letrinas lo que constituye una seria contaminación al medio ambiente y el espacio.

Corresponde a  las autoridades buscarle una solución a este grave problema sanitario que afecta a medio país.

Hablamos de modernismo en la República Dominicana, sin embargo, defecamos en letrinas en la mayoría de nuestras ciudades.

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