La sociedad de San Pedro de Macorís, es un reflejo de la dominicana en su conjunto.
Actuar con doble moral es algo que arropa a personas, grupos, gremios, instituciones y líderes en todos los ordenes.
Si un político, aspira a dirigir una institución o desea repetir en un cargo electivo, nadie quiere enfrentarlo, pero mucho menos buscarse problemas, todo el mundo lo apoya y lo dice sí.
Hace mas de treinta años estoy vinculado a organizaciones profesionales, estudiantiles, clubes y entidades comunitarias.
En Hato Mayor del Rey dirigí el Club Deportivo y Cultural Marcelino Vega del barrio Villa Canto en 1985, de Unión Nacional de Estudiantes Revolucionarios -UNER- me tocó ser su secretario general en 1982-1983 en el Liceo Cesar Nicolas Penson matutino.
Igualmente fui dirigente de la Federación Nacional de Estudiantes -FENES- entre 1981-1983 en el citado Liceo.
Cuando ingrese a la Universidad Autónoma de Santo Domingo me correspondió dirigir el Comite de la Casa Universitaria en 1985 y posteriormente ocupe la secretaría general de la Asociación de Estudiantes Universitarios de Hato Mayor -UASD.
En Hato Mayor del Rey tambien dirigí en 1994 el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa y el periodo 1997-1999, presidí la filial del Colegio Dominicano de Periodistas.
En San Pedro de Macorís donde resido desde el año 1989 en dos ocasiones he dirigido la filial del Colegio Dominicano de Periodistas - 2003-2005, y 2007-2009.
He tenido que enfrentar situaciones de indisciplinas y falta de etica.
Siempre que hay que aplicar algún tipo de sanción a un miembro de una institución la DOBLE MORAL se pone de manifiesto, unos pocos respaldan las sanciones, la mayoría se impone actuando en complicidad con los faltadores.
Traigo el caso en esta ocasión porque soy partidario que el Colegio Dominicano de Periodistas, la Asociación de Cronistas Policiales y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa sancionen de manera ejemplar a los miembros de estos gremios que se apartan de la etica e incurren actos reñidos con las leyes del país.
Hay que actuar con responsabilidad en la dirección de los gremios profesionales, dejemos la doble moral y sancionemos a quienes en nombre de la comunicación realizan tantas diabluras perjudicando a todo el conglomerado profesional.
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