lunes, 20 de febrero de 2012

CULTIVEMOS LA HUMILDAD



Por: Lic. Miguel Anibal De La Cruz



La más hermosa de las cualidades, carentes de humildad, es semejante a un cuerpo sin alma, sin espíritu y totalmente vacío.

La Humildad no es simplemente una percepción,  una apreciación o un significado, es un modo de ser, es una probidad, una manera de vivir; ella es una de las cualidades más noble que un ser humano puede tener.

Quien la posee es fuerte, pues ella va de la mano de otras virtudes, como son la modestia bondad, la inteligencia y la tolerancia.

A Propósito de tan noble cualidad, hace unos días, específicamente el días 15 de febrero del año 2012, a las 9: 17 A. M, quedé muy sorprendido al entrar por la puerta de la Primera Sala Laboral del Distrito Nacional, a realizar una solicitud de admisión de documentos con motivo de una demanda que conoce ese digno tribunal.

Lo que viví, para la máxima experiencia de la vida, y porque no, la mía, Me lleno de satisfacción, de respecto y admiración hacia la persona que con tanta humildad, amor, bondad  y tolerancia,  me atendió.

Me recibió los documentos, con mucho cariño, amor y bondad, y al parecer con poca experiencia en ese hermoso y importante oficio de Secretaria , pero su disponibilidad fue tan activa, que solo atendí a apreciar en eses momento,  la mas hermosas de las virtudes ¨ LA HUMILDAD,.con que lo realizaba.

Pregunte por el expediente, en seguida esa persona se levanto de su asiendo, pregunto por las partes, y diligentemente, busco el expediente,  me lo entrego, luego me preguntó, Algo mas Doctor? Entonces me sorprendí más, y quede sumamente complacido al ver quien era que había realizado el trabajo, era nada mas y nada menos que la DRA. CLEOPATRA GONZALEZ ALMONTE,  Juez Presidente de la Primera Sala del Juzgado de Trabajo del Distrito Nacional.   En seguida corrió por mi mente una máxima jurídica que establece, Que un centímetro de juez vale más que un Kilómetro de abogado, y dije a mi mismo, ¨  ¡ Cuan Grande es la HUMILDAD !!,.

La Humildad, nos hace entender y comprender a los niños, compartir las experiencias de los ancianos, compartir el mundo de los jóvenes; en fin, vivir una vida con los pies sobre la tierra, pero con los ojos, el corazón y el alma en el cielo, por tanto, imitemos a las cosas buenas que vemos y no las malas, ni juzguemos a simple vista a las personas solo porque son rectas y ordenadas, error que hemos cometidos todos.

 Por tanto cultivemos la Humildad  en nuestras vidas, para que tengamos una feliz vida, quien sabe si tenemos la ¡Suelte ¡!, de impactar y  servir de ejemplo a alguien, tal y como lo hizo la  Honorable Magistrada conmigo.

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