jueves, 4 de noviembre de 2010

LA FALSA ESPERANZA DEL POBRE DOMINICANO


Profesor Alberto Perez
Hay cosas en nuestro país que por más vueltas que usted le dé a fin de entenderlas, se le hace cada vez más difícil.


Me refiero en esta ocasión a la Lotería nacional Dominicana, esta institución gubernamental, ha sido durante mucho tiempo muy codiciada por funcionario de diferentes gobiernos y en la cual existen muchísimas anécdotas raras.


Uno de estos casos fue el que protagonizó en cierta ocasión el haitiano "Mazurca" el cual aunque parezca increíble, manejaba a su antojo los números que deberían salir en los sorteos.

Lo que yo no entiendo es, cómo este individuo pudo llegar hasta ahí, cómo este señor controlaba esta área tan delicada y supuestamente supervisada al momento de cantar los premios, si no era a través de una cadena de mafiosos combinados desde arriba hasta abajo, para robarle el dinero a un pueblo ignorante.


Hay muchas maneras de engañar a los infelices jugadores, pero la más clara de todas que siempre ha existido y que no se oye comentar a nadie, está en los terminales de las quinielas. Porque cómo es posible que en estos tiempos donde la inflación ha arropado toda la economía mundial y especialmente aquí en la República Dominicana, donde el peso hace tiempo que no vale nada estando prácticamente devaluado, exista un premio mayor donde el Terminal agraciado tenga el valor de un miserable peso dominicano.


Me gustaría que alguien mas opine acerca de esto para saber su parecer, porque creo que es una burla cruel si tomamos en cuenta que la mayoría de los jugadores no tienen recursos suficientes para jugar los famosos billetes, los cuales; según dicen, ganan "millones”, así como también premios como apartamentos, Jeepetas, casas amuebladas etc. Pero yo quisiera que alguien me diga, cuándo un pobre de barrio se ha ganado uno de estos premios.


Lo que yo sé de acuerdo a mi propia investigación, es que en los hogares dominicanos mas pobres, que somos la mayoría, a diario se saca del cada vez más recortado sustento diario, aunque sean los treinta centavos que cuesta un Terminal y si por casualidad su Terminal sale agraciado con el tercer premio mayor, increíblemente usted se gana un devaluado peso dominicano.


¡Qué vergüenza y que falta de respeto!


Lo grande del caso es que, para engañar al pueblo utilizan todo tipo de artimañas lo que debe darnos vergüenza ante el mundo, donde en pleno siglo XX1 Y con una electrónica tan avanzada en estos tiempos modernos, haya que utilizar a "ciegos" para sacar con las manos de dentro de los globos, los números ganadores a fin de justificar un injustificable engaño, que no será aceptado, hasta que no se le cambie el rostro con nuevas innovaciones a una lotería que ya no tiene la credibilidad de fundador.


Esto se puede lograr, eliminando los falsos premios y dirigir más recursos hacia los tres terminales de quinielas que es lo que juegan los pobres, donde se puedan ganar aunque sea para hacer un buen desayuno o una buena cena con sus familias.


Con solo ajustando el precio de venta en los terminales, sin excederlo de un peso y calculando la posible cantidad de números vendibles, que es enorme y la probabilidad de acierto de los tres terminales agraciados que tengan los jugadores, la cual es muy mínima, se puede lograr.


Que el gobierno aplique efectivos controles en las bancas de apuestas privadas, que supervise las jugadas y ponga en la cárcel a aquellos que traten de robarle el dinero a un pueblo jugador por tradición, pero que siempre ha sido engañado y lo seguirá siendo, mientras existan en la administración pública y privada, funcionarios que para hacer sus fechorías impunemente, contraten a expertos delincuentes como el haitiano "Mazurca", a quien luego hicieron fugar de la prisión, para que todo el mundo quede libre de pecado.


Autor.


Prof. Luís Alberto Pérez Ubiera.

Cholo-perez@hotmail.com

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