domingo, 7 de noviembre de 2010

AQUI CONOCEMOS AL COJO SENTADO



Ricardo Vega
Debería constituir una vergüenza nacional que un “representante” de nuestros derechos en el Congreso Nacional ande dedicando sus esfuerzos a perjudicar, no solo a una parte de la sociedad, sino al propio sistema democrático, logrado en base a tantos años lucha, sangre y dolor.

Pero, aquí conocemos al cojo sentado. ¿Qué se busca con esa iniciativa de crearle un museo “histórico” a la era de Trujillo, sin en virtud del decreto 282-07, del presidente Leonel Fernández, ya existe el Museo Memorial de la Resistencia Dominicana, que hasta es valorado y reconocido como memorial mundial por la Organización de las Naciones Unidas?

¿Merecen las hazañas déspotas y genocidas del clan trujillista que se les enarbole y consagre en el burdel privado de la Casa de Caoba?

¿Nuestros representantes son electos para favorecer las causas nacionales, los valores en todos sus ámbitos, o para servir de marioneta a determinados intereses?

¿No resulta paradójico que quién promueve esta iniciativa represente al partido que encabezó las luchas contra la tiranía y el establecimiento de las libertades públicas, como fue el otrora Partido Revolucionario Dominicano (PRD)? ¿Es que nos estamos volviendo locos? Tantas necesidades, tantos aportes que se pueden hacer a favor del desarrollo de la conciencia nacional, del país; y en particular de la provincia San Cristóbal.

No quisiera uno pensar que más allá de incentivar esta aberración, la inversión de valores educativos y culturales, de falsear una realidad histórica y una defensa a intereses espúrreos, malsanos y particulares, subyace la mezquindad política.

Las huellas del horror todavía no han cicatrizado, pero la dignidad, el decoro y la valentía para no permitir lo injustificable, siguen incólumes.

¿Qué necesidad tenemos de volver a un pasado que lo que dejó fue luto y dolor?

Los verdaderos dominicanos no somos masoquistas.

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