Por Agustín Vega
Acuñando la expresión campesina de que los ríos y lagos con el tiempo reclaman sus espacios, el Lago Enriquillo, ubicado entre las provincias Independencia, Bahoruco y Jimaní ha exigido lo suyo.
El desbordamiento de las aguas de esta importante fuente ha causado daños a miles de tareas de tierras sembradas de diversos rubros en esas poblaciones y sus habitantes exigen a las autoridades afrontar el problema.
El Lago Enriquillo ha reclamado el espacio que durante mucho tiempo le correspondio, pero que los hombres en su afan de cultivar la tierra ocupo.
Hay que recordar la tragedia del año 2004 cuando cientos de ciudadanos haitiamos y dominicanos murieron ahogados por la crecida repentina del río blanco, los cadáveres fueron arrastrado hacia el Lago Enriquillo.
Ahora gracias a Dios no hay ahogados, pero sí miles de personas con sus predios arropados por las aguas del principal Lago de Las Antillas, ahora veremos si es verdad que el Sur existe.
Hay que visitar y conocer la miseria de esa zona para hablar de la situación que estan atravesando sus hombres y mujeres con las inundaciones que ha provocado el Lago Enriquillo.
Hagamos algo por los afectados.
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